Ana M. Geer Ramos
Soy Ana M. Geer Ramos, investigadora Ramón y Cajal en el departamento de química inorgánica de la Universidad de Zaragoza y desarrollo mi investigación en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH, CSIC-UNIZAR).
Desde muy joven, supe que quería ser científica, aunque solo tenía una idea abstracta de lo que significaba. Mis primeros recuerdos de esta vocación se remontan a cuando tenía 10 años y en el colegio vimos una serie documental sobre biólogos marinos en un barco oceanográfico y, aunque ya no recuerdo bien los detalles, me atraía el descubrimiento de cosas nuevas mientras tenía aventuras por el mundo. Según crecí me empezaron a gustar las asignaturas de “ciencias”, en especial Química y Geología. Me decidí a estudiar Química en la universidad dado que en mi imaginación el trabajo de laboratorio se ajustaba más a mis ideales de ciencia. Aun hoy en día quiero ser científica y continuar aprendiendo con todo lo que hago porque me gusta resolver los puzzles que me plantea la investigación. El trabajo de investigación ayuda a saciar mi curiosidad, a no aburrirme nunca y cada vez me siento más motivada por la resolución de problemas complejos.
Mi investigación se centra en el desarrollo de catalizadores para procesos sostenibles y amigables con el medio ambiente. Los catalizadores son sustancias que aceleran reacciones químicas sin ser consumidos en el proceso. Por un lado, estamos sustituyendo catalizadores tradicionales basados en metales preciosos como el rodio y el iridio, poco abundantes y caros, por otros metales como el hierro y el cobre más abundantes en la corteza terrestre. Además, en los últimos años, estamos desarrollando catalizadores para la preparación de combustibles solares dado que estos se proponen como una alternativa prometedora a los combustibles fósiles debido a su carácter renovable, su bajo impacto ambiental y su capacidad para ser almacenados y transportados con facilidad. La investigación en esta área es crucial para poder desarrollar tecnologías cada vez más eficientes y accesibles para una transición energética sostenible.
Ser mujer y científica también ha significado enfrentar desafíos y barreras que a veces han puesto en duda mi capacidad y mi pertenencia en el campo. Si bien es cierto que cada vez existe mayor presencia de las mujeres en las distintas ramas de la ciencia, sobre todo en los niveles predoctorales sigue existiendo una clara falta de representación de mujeres en las posiciones intermedias y altas de liderazgo.
