Inma Martín Burriel
Soy Inma Martín Burriel, Doctora en Veterinaria, Catedrática de Genética en el Departamento de Anatomía, Embriología y Genética Animal de la Facultad de Veterinaria e Investigadora de CIBERNED y del IA2 (Instituto Agroalimentario de Aragón).
La inquietud por estudiar Genética surgió en el instituto, la primera vez que mi profesora de Biología nos habló de las Leyes de Mendel y los genes. Gracias a un compañero descubrí que en Veterinaria, licenciatura que podía cursar en Zaragoza, se podía trabajar en Genética y allí que fui. Desde que cursé la asignatura entré en el grupo Lagenbio para hacer primero mi tesina y posteriormente mi tesis doctoral. La tesis fue toda una experiencia, los primeros pasos en investigación y mi apertura al mundo, realizando estancias en Estados Unidos o Noruega. Al acabar trabajé dos años en Francia, con un contrato postoctoral Marie Curie y volví a la Universidad de Zaragoza.
La Genética es una ciencia básica y transversal, lo que me ha permitido investigar en temas muy variados relacionados con la Producción Animal y la Salud. Comencé colaborando en la construcción de genomas de animales domésticos y aplicando la genética a la conservación de razas autóctonas. En la actualidad estudio la base genética y molecular de enfermedades que compartimos animales y personas, como las enfermedades producidas por priones o, más recientemente, la epilepsia. Estas investigaciones pueden servir para encontrar moléculas que nos permitan hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad, identificar nuevas dianas terapéuticas o realizar una selección genética de resistencia a estas enfermedades.
Doy clases de Genética en Veterinaria y en Biotecnología y coordino el Máster en Salud Global donde intentamos mostrar la importancia de conservar e integrar la Salud Ambiental, Humana y Animal si queremos hacer frente a los retos que se nos plantean en Salud. Disfruto, y a veces sufro también, con la investigación y la docencia pero, lo que me aporta mayor satisfacción, es la formación de investigadores, ellas y ellos son el futuro de la ciencia.
Mi tiempo libre es de lo más normal, me gusta salir de paseo por los parques de Zaragoza con mi marido, mi hija y mi perra y, si estamos en el pueblo, por el monte. También disfruto de cañas con mis amigos o yendo a conciertos y al teatro. Los domingos por la tarde están reservados para sofá y películas/series o un buen libro.
Personalmente no he sentido una discriminación por ser mujer para dedicarme a la investigación. Desde pequeña mis padres siempre insistieron en que estudiara y facilitaron que continuara formándome para ser doctora, el grupo de investigación en el que comencé y continúo investigando es eminentemente femenino y mi familia me sigue apoyando en este trabajo sin horarios. Sin embargo, es evidente que conforme he ido avanzando en la carrera, éramos muchas menos mujeres las que llegábamos a una habilitación nacional para conseguir una plaza de profesor titular o, seguimos siendo menos, las investigadoras principales de proyectos. Cada vez son más las mujeres en la universidad y en el ámbito de la investigación pero aún nos queda camino que recorrer, por eso, estoy encantada de poder participar junto con mis compañeras en esta campaña.
