Mi nombre es Gloria Luzón Marco. Me apasiona mi trabajo como investigadora en el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías, y profesora en la Facultad de Ciencias. Soy además madre de tres hijos, un papel muy importante en mi vida.
¿Cómo ha llegado hasta aquí una chica “de pueblo”? Quizá justamente por eso. Vengo de un pueblo pequeño, Atea, de una escuela rural, y en el que tuve toda la libertad para explorar: naturaleza, herramientas, mezclas “químicas” … Mi curiosidad y ganas de aprender eran enormes. Hubo personas que creyeron en mis capacidades y fueron responsables de que no me marcara límites: maestros y profesores, pero, sobre todo, mis padres. Ellos nos enseñaron, a mí, a mi hermana y a mi hermano, la importancia de la formación y nos dejaron todas las puertas abiertas.
¿Por qué Física? Tenía bastante habilidad con las Matemáticas y una gran curiosidad científica, así que me decidí por estudiar Física. Esta afinidad matemática me llevó a realizar una tesis en el área de Física Teórica; pero, poco tiempo después, y con el inicio el experimento CAST (CERN Axion Solar Telescope), pasé a la investigación en Física Nuclear y de Partículas, en experimentos que buscan determinar la denominada “materia oscura”. Esta materia sería la dominante en el Universo, pero, al no interaccionar con la materia normal, es muy difícil de detectar. Actualmente mi interés se centra en una gran colaboración: el observatorio internacional de Axiones, IAXO, sucesor de CAST, y en el experimento TREX-DM, instalado en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc.
Como profesora disfruto con la enseñanza y el contacto con los estudiantes. Es muy gratificante saber que he contribuido a la formación de cientos de químicos, biotecnólogos o físicos. Estudiantes que llegan nuevos a su primer curso, los que ya están en el máster, o aquellos a los que he dirigido su Trabajo Fin de Titulación. Diferentes tiempos, diferentes momentos, pero siempre queda un buen recuerdo.
Como mujer me he sentido en igualdad con mis compañeros de trabajo, y creo que es muy importante conformar equipos en los que haya diferentes visiones y distintas formas de trabajar, y en los que el factor humano sea un nexo de unión. Claro que como mujer encuentras limitaciones, muchas veces autoimpuestas, por la exigencia del trabajo, y la carga mental y física de cuidados que nos suele acompañar.
Espero con estas líneas haber contribuido a mostrar que para ser científico/a no es necesario más que la curiosidad, la pasión por la ciencia y el trabajo. Y que ese mundo está abierto tanto a niños como a niñas, y que las diferencias suman.