Soy Herminia I. Calvete Fernández, doctora en Ciencias Matemáticas y catedrática de Estadística e Investigación Operativa en la Universidad de Zaragoza.
Aunque en mi familia no había lo que se llama ‘personas con estudios’, y mucho menos universitarios, siempre sentí su apoyo para que ‘siguiera estudiando’. Para las mujeres de mi generación todavía era habitual abandonar los estudios al completar la formación obligatoria y ponerse a trabajar. Por otro lado, cuando era pequeña las matemáticas me encantaban, sobre todo, porque eran un lenguaje en el que, si usabas las reglas, los resultados salían. Así que no tuve dudas, estudiaría Matemáticas.
Nada más terminar la carrera, entré como profesora ayudante en lo que en aquel momento era el Departamento de Estadística y comencé a realizar el doctorado. Descubrí que, además de investigar y seguir estudiando, me encantaba dar clases, transmitir a mis estudiantes lo que yo conocía y tratar de hacer más fácil aquello que, inevitablemente, no lo es en muchos casos. Mirar las expresiones de los estudiantes y comprobar que ‘ponen cara’ de entender las cosas es tremendamente satisfactorio. Y así he seguido, dedicando muchísimas horas a investigar, a preparar las clases, a tratar de ser cada día mejor en mi profesión, pero sabiendo que es lo que siempre me ha gustado hacer.
Muchas veces me preguntan, ¿qué es eso de la Investigación Operativa?, ¿qué haces realmente? En pocas palabras, aplicar las matemáticas para ayudar a tomar mejores decisiones, decisiones más informadas. La Investigación Operativa estudia sistemas de gestión con el propósito de mejorar su funcionamiento. Por ello, esta rama de las matemáticas se emplea en muchos campos. Mi especialidad es la formulación de modelos matemáticos de optimización, y el diseño de algoritmos para su resolución, en el campo de la localización de instalaciones, el diseño de rutas y, en general, la investigación en aplicaciones en problemas reales de logística.
En el desarrollo de mi carrera profesional, no creo que haya tenido más obstáculos por ser mujer. Sin embargo, las mujeres en el ámbito universitario tendemos a esforzarnos más, a seguir trabajando hasta lograr los objetivos, sin dedicar tiempo a pensar si las cosas hubieran sido de otra forma o más fáciles de ser hombres. En cualquier caso, me gustaría transmitir a las niñas y mujeres que pueden estar dudando qué hacer y qué estudiar, que deben perseguir sus sueños, que si quieren hacer algo, no dejen de intentarlo y, sobre todo, que nunca permitan que alguien les diga que no pueden hacerlo solo por ser mujeres.