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Ana Lázaro Fernández

Ana Lázaro Fernández
Especialidad
Ingeniería Química
Línea de investigación
Ingeniería Térmica y Sistemas Energéticos
Grupo-IUI
Grupo de Ingeniería Térmica y Sistemas Energéticos-Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A-Unizar)

Qué despertó mi vocación

Cuando era niña soñaba con ser bailarina, no ingeniera. Pasaba las tardes en el conservatorio de danza sin saber muy bien lo que era la ingeniería. ¿Cómo se llega de querer ser bailarina a profesora de Ingeniería? No lo sé muy bien, pero ambas facetas comparten la disciplina y la pasión. Pasaron los años y cuando tenía que elegir fui optando por ciencias porque me gustaban y creía que me cerraba menos puertas. Había otras cosas que me gustaban, por ejemplo, Filosofía, pero finalmente elegí Ingeniería Química porque tenía una especialidad de medioambiente. Desde mi doctorado en Climatización y eficiencia energética en edificios, me orienté más hacia la ingeniería industrial, mecánica. Con el proyecto fin de carrera descubrí la investigación y un par de años después la docencia. Ambas me encantaron y, a día de hoy, me siento muy afortunada de poder dedicarme a ellas.

Investigo en…

En investigación me dedico a buscar sistemas que permitan producir el calor, el frío y la electricidad consumiendo menos recursos y, a su vez de forma económica. Para ello, almacenar el frío y el calor resulta imprescindible y por ello llevamos años buscando mejores formas de conseguirlo. En los últimos proyectos de investigación hemos estudiado como podríamos suministrar la calefacción, la refrigeración y la electricidad a barrios de Zaragoza empleando la energía solar en sistemas de distrito. Estos sistemas permiten producir en una central de forma simultánea la electricidad, el calor y el frío, distribuyéndolo por una red de tuberías a los edificios del barrio. Una instalación similar es la que existe para los edificios de lo que fue la Expo, en Zaragoza. De esta forma se mejora notablemente la eficiencia y además se puede utilizar más fácilmente la energía solar o aprovechar calor residual de alguna industria. 

Actualmente estamos haciendo un estudio similar, pero para una central lechera. En estos estudios elaboramos modelos de optimización que permitan elegir las tecnologías, sus tamaños y como se operan de forma que minimicen los costes totales con un compromiso reducir significativamente las emisiones de CO2 respecto a los sistemas que usamos actualmente. Para almacenar el calor estamos centrados en los que se conoce como materiales de cambio de fase, utilizando la diferencia de energía de una sustancia cuando se encuentra en estado líquido y en estado sólido. El ejemplo que todos conocemos y usamos como sistema de almacenamiento de frio es el hielo, pero se pueden encontrar sustancias con cambios de fase sólido-líquido a otras temperaturas que les hacen adecuadas para muchas aplicaciones, entre ellas, el mayor aprovechamiento de fuentes renovables o mejora del rendimiento en algunos equipos. Colaboramos con investigadores de muchos países siendo muy enriquecedor en el trabajo, pero también en lo personal. Una de las cosas que más me motiva es trabajar buscando soluciones a problemas que tiene la industria y a las personas en su día a día, y si es del entorno cercano, todavía más.

Posibles dificultades: mujer/carrera investigadora

Realmente no he sentido más dificultad por ser mujer, salvo en mi faceta como madre. Soy madre de dos niñas. La investigación no espera, no tiene reducciones de jornada e implica muchas horas de trabajo, además de viajes. Afortunadamente, mi entorno siempre me apoyó y puedo compaginarlo. Al ser mi rama de conocimiento todavía predominantemente masculina, la dificultad la he percibido también en bastantes circunstancias por ser mujer y joven. Afortunadamente eso también va cambiando.

Soy muy consciente de la suerte que tuve en mi entorno. Mis padres nos inculcaron a mi hermana y a mí que podíamos estudiar y dedicarnos a lo que quisiésemos, así como la importancia de ser independientes. El referente de mi madre, doctora en Medicina e investigadora, estoy segura que también ayudó a que creciésemos convencidas de ello. Esta campaña me gusta por ese mensaje, si te gusta, si quieres dedicarte a la ciencia, no te pongas límites. Mi consejo siempre es elige lo que te gusta y te motive, entonces se te dará bien. No somos extraordinarias, no hace falta serlo y nos gustaría que fuésemos más. Así que solo me queda animarte, si te gusta la ciencia en cualquiera de sus campos, no te cierres puertas, anímate.