// Con los ojos de la ciencia
La catedral de la Seo
La catedral de San Salvador, conocida como la “catedral de la Seo“, y construida sobre el antiguo foro romano y la antigua mezquita mayor de Saraqusta, fue la primera catedral cristiana de Zaragoza. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2001 como parte del “Mudéjar aragonés” es un cúmulo de estilos artísticos. Desde el románico del siglo XII en los ábsides, al mudéjar aragonés del siglo XIV en el muro de la Parroquieta, hecho con ladrillo y decoraciones geométricas de vidrio, hasta la torre barroca (siglo XVII) o la fachada neoclásica (siglo XVIII) que abre a la plaza.
Pero en la belleza de este edificio, lleno de historia, arte, cultura, se aprecian también aspectos relacionados con la física, la química, la geología y las matemáticas. Gracias a los ojos de la ciencia, se descubre la química presente, por ejemplo, en la pátina de alteraciónde las chapas de cobre que recubren el chapitel, formada por hidroxisulfatos e hidroxicarbonatos de cobre, o en la de bronce (cobre y estaño) con la que están hechas las campanas; en los azulejos o piezas de cerámica vidriada con un silicato de potasio y plomo o en los colores utilizados: el verde se debe al cobre, el marrón-violeta, al manganeso, y el azul, al cobalto.
La química y la geología nos ayudan a descubrir la composición de las piedras que conforman las diferentes partes del edificio: En la parte baja, roca formada por granos de cuarzo (SiO2), unidos por un cemento que se deshace por la acción atmosférica, erosionando los sillares. En la parte alta, se aprecia el ladrillo, formado por mullita (Al6Si2O13), producida en el horno cerámico al calentar la caolinita (Al2(Si2O5)(OH)4)de la arcilla.
El magnífico equilibro del edificio no sería posible sin la física en la energía de deformación que se almacena en las piedras debido a las fuerzas presentes en la estructura (We = Ui), en el teorema de los tres momentos de Clapeyron y en el teorema de Mohr entre secciones, ecuaciones complejas que hay que tener presentes para que el edifico no se venga abajo, y también en el reloj de la torre, que le recuerda que un segundo se define a partir cierta frecuencia de transición en los átomos de cesio.
Aneja a la catedral de la Seo, se encuentra la llamada “Parroquieta”, y su paño exterior es uno de los ejemplos más llamativos del estilo mudéjar. Las matemáticas nos permiten comprender el trabajo en este muro, realizado con cerámica vidriada y ladrillo en retículas geométricas, creando una de las obras maestras del mudéjar aragonés. En particular, el gusto por decoraciones regulares y uniformes que parecen cubrir todo el plano: la repetición como argumento y la infinitud como objetivo. Para teselar el plano con losetas de forma periódica hay cuatro estrategias: Traslación, Rotación, Reflexión y Simetría con deslizamiento.
Es interesante resaltar que, en el mudéjar aragonés, y en concreto en la catedral de la Seo, están representadas la totalidad de las estructuras básicas para las infinitas decoraciones posibles del plano formado por mosaicos periódicos, y que ascienden a 17, tal como demostró Fedorov en 1891.
Además, en el muro de la Parroquieta se observa un triángulo de Reuleaux, figura de anchura constante, mientras que los arcos apuntados, propios del gótico, y las tracerías internas se diseñan empleando circunferencias.
La mirada científica nos lleva a fijarnos en los surtidores de la fuente ornamental que hay delante de la Seo. La física, a través de la Mecánica de Fluidos, nos dice que la altura de chorro de una boquilla depende del tipo de ésta (lanza, cascada, géiser, chorro de nieve, etcétera), del caudal y de la presión en su base. La presión de salida se reduce al aumentar la elevación o cota con respecto al punto de salida de un depósito o de la descarga de una bomba. El principio fundamental es la ecuación de Bernoulli o su adaptación en la forma de la ley de Torricelli de descarga de un depósito.
El pavimento de la plaza está formado principalmente por una roca sedimentaria originada por precipitación química de carbonato de calcio (CO3Ca), precipitado sobre materiales vegetales, llamada travertino.
También se observan baldosas de carbonato cálcico sedimentario (caliza rosa y negra) carbonato cálcico metamorfizado por presión y temperatura elevada (mármol) y una roca verde formada fundamentalmente por silicato de magnesio (Mg3(Si2O5)(OH)4), llamada serpentina.
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